Me llenan pequeñas cosas en mi vida diaria y procuro tener la mente muy atenta a todo lo que sucede a mi alrededor, porque eso me hace sentir especialmente bien, mantengo mi atención en las cosas agradables e intento aceptar las que no lo son tanto...
Así que mi vida va transcurriendo de manera feliz, valorando muchísimo todo lo que me rodea, y las personas importantes para mi...
Pero, a veces, siento que soy frágil, que si no me esfuerzo en tener esa visión, si no pongo mi energía en ella, toda mi vida podría desvanecerse...
Estoy especialmente sensible, es como vivir en un estado de confusión, sabiendo bien lo que debería hacer , pero sintiéndome incapaz de hacerlo...
Dejándome llevar, sin pensar demasiado, sin valorar si me hago daño o por el contrario, es lo que deseo...
Puede que este abriendo el corazón y volviéndome a encadenar a él, o bien lo esté abriendo para crecer y sentir la plenitud del amor...

Y a veces me siento fría, sin serlo, ante situaciones que pienso que pueden comportarme dolor, rompiéndome un poco por dentro, como un dolor silencioso, y necesito evitar sentirme así...
Es justo después de esos momentos, en los que vuelvo a respirar, a mirar a mi alrededor, cuando me doy cuenta que en la vida hay que vivir lo importante, disfrutar del tiempo, del amor ..y como dijo:
Albert Einsten : Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.
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